sâmbătă, octombrie 5, 2024

TDAH. Cómo saber si tu pequeño sufre de este trastorno

TDAH (en inglés, Attention Deficit/Hyperactivity Disorder) o TDA (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) se caracteriza por un conjunto de comportamientos (exceso de actividad, falta de descanso, nerviosismo, correr, trepar, hablar en exceso) que, cuando ocurren juntos, crean problemas no solo para la persona afectada, sino también para la familia y amigos cercanos.

El TDAH se caracteriza por su inicio temprano, antes de los 7 años, y una combinación de hiperactividad, comportamiento desordenado y falta de atención/concentración.

La duración de este trastorno debe ser de al menos 6 meses, y los síntomas se agrupan en los de inatención y los de hiperactividad/impulsividad.

Síntomas de TDAH:

-Inatención (falta de atención/concentración):

La familia puede darse cuenta fácilmente de este trastorno cuando el niño no puede seguir las instrucciones de una tarea simple.
-no puede concentrarse en una tarea durante un período prolongado;
-no puede prestar atención a los detalles adecuadamente;
-a veces parece no escuchar cuando se le habla;
-no sigue las instrucciones o reglas y no puede completar las tareas, aunque comprende lo que se le dice;
-no puede organizar actividades;
-evita o no quiere realizar tareas que requieran un esfuerzo mental sostenido;
-se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes;
-olvida con frecuencia.

-Hiperactividad:

La mayoría de los niños hiperactivos tienen problemas para permanecer en un lugar.

-se mueven constantemente, se retuercen, juegan con las manos o los pies;
-se levantan del asiento cuando deberían estar sentados;
-corren o trepan excesivamente cuando no es apropiado;
-tienen dificultades para jugar o realizar actividades tranquilas;
-hablan excesivamente.

-Impulsividad:

La impulsividad es uno de los síntomas más fáciles de reconocer.

-los niños tienden a interrumpir a los demás y no tienen paciencia para esperar su turno cuando están en grupo;
-responden antes de que se les haga una pregunta;
-no esperan su turno;
-interrumpen o molestan a los demás interviniendo en sus conversaciones o juegos.

¡Un niño no tiene que ser hiperactivo o impulsivo para ser diagnosticado con TDAH! Muchas personas solo experimentan algunos de estos síntomas, mientras que otros muestran todos. Por supuesto, estos síntomas también pueden manifestarse de manera diferente en personas diferentes. Por esta razón, un diagnóstico de TDAH lleva tiempo y no debe apresurarse.

Causas del TDAH:

El Instituto Nacional de Salud Mental ha publicado un folleto llamado „Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)”, en el que se explican en detalle estas teorías.

-Causas genéticas: se ha demostrado que algunas áreas del cerebro, especialmente las relacionadas con la actividad y la atención, son diferentes en niños y adultos con TDAH.

Algunos estudios muestran que el lóbulo frontal del cerebro es diferente en las personas que sufren de TDAH. Esta área está relacionada con la toma de decisiones.
Desde el punto de vista genético, se ha demostrado que el TDAH puede ser heredado. Hay estudios que han identificado varias genes relacionados con el TDAH.

Los niños tienen un riesgo más alto que las niñas de desarrollar TDAH.

-Causas dietéticas: Se ha sugerido que la dieta podría ser parte de la razón por la cual los niños desarrollan el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. En su mayor parte, los componentes criticados de la dieta de un niño son el azúcar y los aditivos alimentarios. Se ha dicho que el azúcar a menudo puede provocar problemas de comportamiento. Sin embargo, estudios detallados han demostrado que no hay ninguna asociación entre el exceso de azúcar en la dieta y un mayor riesgo de TDAH.
-Factores ambientales: Durante el embarazo, el feto es particularmente sensible a cualquier cosa a la que esté expuesta la madre. Aunque se sabe que una mujer embarazada no debe beber, fumar o drogarse, aproximadamente uno de cada mil niños en el mundo occidental (Europa y Estados Unidos), nace con malformaciones congénitas debido al abuso de alcohol u otras sustancias. incluido el humo del cigarrillo.

Tratamiento para el TDAH:

Para el TDAH no existe un tratamiento curativo, sino solo un tratamiento sintomático. Los estudios han mostrado los efectos beneficiosos de la terapia combinada (administración de medicamentos, apoyo psicológico y terapia específica dirigida a los trastornos de comportamiento).

La terapia conductual se realiza tanto por los padres en casa como por los profesores en la escuela. Debe existir una colaboración continua entre los educadores, los padres y el terapeuta. Se eliminarán todos los factores del entorno que puedan distraer la atención, se proporcionarán instrucciones claras, las tareas serán simples, fraccionadas en varios pasos, y el plazo de ejecución será precisamente establecido. Cada logro se recompensará de manera positiva.

El tratamiento medicamentoso es prolongado, ya que el TDAH es una enfermedad con una evolución crónica, aunque la hiperquinesia mejora con el tiempo. Se lleva a cabo con medicamentos de la clase de antidepresivos, antipsicóticos, anticonvulsivantes y anfetaminas.

El régimen alimentario en el caso del TDAH debe excluir los salicilatos, colorantes, conservantes y aromas artificiales, cafeína, bebidas gaseosas, ya que estudios recientes indican que estos productos alimenticios pueden acentuar la hiperquinesia.

Fuente: allabautadhd.com

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