sâmbătă, octombrie 5, 2024

Mito o realidad. Verduras crucíferas: ¿asesinas de cáncer o de tiroides?

Las verduras crucíferas, como el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas y la col rizada, han sido objeto de controversia durante mucho tiempo en lo que respecta a sus efectos sobre la salud humana. Algunas voces sostienen que estas verduras pueden tener beneficios extraordinarios en la prevención del cáncer, mientras que otras advierten que un consumo excesivo podría afectar negativamente la función tiroidea. Vamos a analizar más detalladamente este tema y separar los mitos de la realidad.

¿Qué son las verduras crucíferas?

Las verduras crucíferas son una familia de verduras que pertenecen a la familia Brassicaceae (o Cruciferae), así llamada debido a la forma de cruz de sus flores. Estas verduras se caracterizan por sus hojas y tallos comestibles, y son ricas en nutrientes y sustancias fitoquímicas con beneficios para la salud. Entre las verduras crucíferas más conocidas se encuentran:

Brócoli: es rico en vitaminas (A, C y K), así como en minerales esenciales (calcio, hierro y potasio).
Coliflor: es una excelente fuente de fibra, vitamina C, vitamina K y antioxidantes.
Col: es rica en vitamina C, vitamina K y fibra.
Coles de Bruselas: son una excelente fuente de vitamina C, vitamina K y ácido fólico, así como de antioxidantes como el sulforafano.
Nabo: es rico en vitamina C, fibra y potasio.

Beneficios de las verduras crucíferas en la prevención del cáncer:

Los estudios de investigación han destacado repetidamente los posibles beneficios de las verduras crucíferas en la prevención del cáncer. Estas verduras contienen compuestos bioactivos, como el sulforafano, los indoles y los glucosinolatos, que han demostrado tener fuertes propiedades anticancerígenas en numerosos estudios preclínicos y clínicos. El sulforafano, por ejemplo, se ha asociado con la capacidad de reducir el riesgo de cáncer al inhibir el crecimiento de las células cancerosas y estimular su proceso de apoptosis o muerte celular programada.

Además, los compuestos de las verduras crucíferas pueden desempeñar un papel importante en la desintoxicación del organismo, eliminando sustancias tóxicas y carcinógenas y protegiendo así a las células contra el daño oxidativo y las mutaciones que pueden conducir al cáncer.

Preocupación sobre el impacto negativo en la función tiroidea:

Una de las preocupaciones sobre el consumo excesivo de verduras crucíferas está relacionada con su contenido de compuestos llamados bociógenos, que pueden interferir con la función tiroidea en ciertas circunstancias. Los bociógenos pueden inhibir la absorción de yodo, un mineral esencial para el funcionamiento normal de la glándula tiroides, lo que podría llevar a hipotiroidismo o agrandamiento de la glándula tiroides (bocio).

Sin embargo, es importante mencionar que el riesgo de desarrollar problemas tiroideos debido al consumo de verduras crucíferas es extremadamente bajo en personas sanas que tienen una dieta equilibrada y variada. Además, cocinar las verduras crucíferas puede reducir su contenido de bociógenos, y las personas con trastornos tiroideos existentes pueden beneficiarse de consultar a un especialista en nutrición para adaptar su dieta de manera adecuada.

!!!Si tienes problemas de tiroides, lo mejor es comer solo verduras crucíferas que hayan sido cocidas y limitar el consumo a aproximadamente una o dos porciones al día.

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