Alimentación saludable durante el embarazo

El embarazo es un período muy delicado para la mujer. Los cambios hormonales específicos de esta etapa llevan a la inestabilidad emocional y a todo tipo de estados nuevos. Además, el progesterona suele provocar una relajación excesiva de la musculatura del tracto digestivo, por lo que pueden aparecer el reflujo o la constipación. En este artículo, te explicaremos en qué consiste una alimentación saludable durante el embarazo.

Los primeros meses de embarazo se caracterizan por náuseas, vómitos, mareos, fatiga, acidez estomacal y los llamados antojos o placeres por ciertos alimentos.

Una alimentación lo más saludable posible en este período suele cubrir todas las necesidades nutricionales de una mujer embarazada. Desafortunadamente, muchas embarazadas sufren de deficiencias nutricionales que pueden llevar a malformaciones congénitas en los niños. Se ha demostrado la conexión entre la deficiencia de ácido fólico y las malformaciones del tubo neural (anencefalia, hidrocefalia). A partir de esto, se ha creado toda una teoría de que las mujeres embarazadas deberían tomar vitaminas para el embarazo. Las vitaminas tienen, por supuesto, un cierto aporte en la alimentación de la embarazada, pero es bueno que sepas que no pueden contrarrestar las consecuencias de una dieta desequilibrada. Por lo tanto, lo mejor es intentar comer lo más saludable posible.

Alimentación saludable durante el embarazo: suplementación con vitaminas naturales

Si no consideras necesario tomar vitaminas, una solución igualmente buena es la suplementación con concentrados naturales de vitaminas y minerales, como el aceite de germen de trigo, el aceite de espino amarillo, el aceite de hígado de bacalao, el jugo verde de trigo o cebada, los cereales germinados, el jarabe de arándanos, el polen, la arcilla, los jugos naturales de frutas y verduras. No olvides las verduras, semillas, nueces, cereales, todos provenientes de la agricultura ecológica, para obtener la mejor fuente de nutrientes.

Los alimentos de origen animal, la leche cruda, los huevos, la mantequilla, el queso fresco, el pescado y el hígado, todos contribuyen, especialmente por su riqueza en vitaminas liposolubles fácilmente asimilables, a alimentar bien a la embarazada, pero mucha atención, estos deben provenir de animales criados de forma natural. El veganismo o el vegetarianismo no son las mejores opciones para el período de embarazo, pero ten mucho cuidado con los productos animales comerciales, que son muy perjudiciales debido a su contaminación con pesticidas y hormonas.

Alimentación saludable durante el embarazo: elimina los alimentos refinados y opta por los saludables

Si decides alimentarte de manera saludable, elimina los alimentos refinados, que consumen los minerales y las vitaminas de tu cuerpo. El azúcar, la harina blanca, el aceite refinado, todos perturban el equilibrio hormonal y glicémico y agotan tu sistema nervioso.

La primavera es la temporada con más fuentes nutritivas en el mercado. Por lo tanto, aprovecha el jugo de espinaca, que es una fuente de hierro y mucho más. La ensalada de diente de león favorece el drenaje biliar, pero también tiene vitaminas beneficiosas en esta etapa.

Aunque los malestares durante el embarazo, especialmente al principio, aún no tienen una respuesta exacta, lo más probable es que se deban a deficiencias nutricionales, pero también a una carga tóxica, que afecta especialmente al hígado, impidiendo que el organismo materno se adapte a tiempo al embarazo. Aquí hay algunas formas de reducir las náuseas y los mareos:

• Hidratación con un mínimo de 2 litros de agua u otros líquidos al día.
• Aunque parezca desagradable, debes tener tres comidas principales al día, más dos o tres refrigerios si es necesario (puedes tener una ensalada de frutas o verduras para los refrigerios).
• El consumo de jengibre elimina casi de inmediato la sensación de náuseas: toma media cucharadita de jengibre rallado con miel tres veces al día o bebe té de jengibre.
• El consumo de diente de león fresco o té de diente de león ayuda en el drenaje biliar.
• Bebe leche cruda, es decir, sin hervir, de una fuente segura: bebe alrededor de un litro de leche durante todo el día.
• Bebe agua arcillosa: coloca una cucharada de arcilla en un litro de agua por la noche, mézclala por la mañana con una cuchara de madera y bébela durante todo el día.
• Evita los dulces y los productos a base de harina, ya que provocan fluctuaciones rápidas en los niveles de glucosa.
• Toma vitamina B6 en una dosis de 10-25 mg tres veces al día.