joi, iulie 4, 2024

Beneficios de los brotes de alfalfa y cómo cultivarlos en casa

Los brotes de alfalfa se consideran una de las fuentes de alimentos más nutritivas y versátiles disponibles, ofreciendo una amplia gama de beneficios para la salud y siendo fáciles de cultivar incluso en casa. Los brotes son el resultado de la germinación de las semillas de alfalfa de la planta Medicago sativa. Estos pequeños brotes verdes agregan valor nutritivo a muchas comidas, pero vamos a ver a continuación cuáles son los beneficios de los brotes de alfalfa y consejos prácticos sobre cómo cultivarlos en la comodidad de tu hogar.

Cuando las semillas de alfalfa comienzan a germinar, producen brotes que se cosechan antes de que la planta madure por completo. Los estudios han demostrado que los brotes están llenos de los mismos nutrientes que se encuentran en las semillas de alfalfa, pero son aún más saludables, ya que el proceso de germinación desbloquea una serie de nutrientes y enzimas.

Estos contienen una mayor cantidad de proteínas „biodisponibles”, carbohidratos, vitaminas y minerales en comparación con las semillas no germinadas.

Desde el punto de vista nutricional, muchos consideran que los brotes de alfalfa son un superalimento. Estos proporcionan una amplia gama de fitonutrientes, como compuestos fenólicos, isoflavonas como daidzeína y genisteína, y saponinas, así como vitaminas y minerales, entre ellos la vitamina K y la vitamina C.

Estas características colocan a los brotes en la categoría de alimentos funcionales o nutracéuticos, que tienen efectos positivos sobre la salud humana además de aportar nutrientes esenciales.

Además de estos beneficios, los brotes de alfalfa contienen pequeñas cantidades de proteínas y grasas saludables, como los omega-3.

Una porción de una taza de brotes de alfalfa crudos (aproximadamente 33 gramos) proporciona una serie de nutrientes esenciales, incluidos cobre, vitamina K, manganeso, vitamina C y zinc. Este perfil nutricional hace de los brotes de alfalfa una opción excelente para agregar valor nutricional a la dieta diaria, según la USDA.

Beneficios de los brotes de alfalfa:

1.Puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer: Los brotes en general tienen efectos captadores de radicales libres, que ayudan a proteger contra la formación de cáncer. Estos son una excelente fuente de antioxidantes, así como de isoflavonas y otros fitoestrógenos, que son compuestos vegetales que imitan el estrógeno humano. Los estudios sobre el consumo de alimentos con altas concentraciones de isoflavonas han mostrado resultados positivos en la disminución del riesgo de muerte y de recurrencia en personas con cáncer de mama.

El Journal of Nutrition detalló algunas de las formas en que la nutrición puede reducir el cáncer, incluidos los nutrientes de los brotes de alfalfa y brotes relacionados, al proporcionar sulforafano, clorofila y antioxidantes, como carotenoides y terpenos, especialmente tipos llamados medicarpina, melilotocarpano, millepurpano, tricina y crisoeriol, que inducen la apoptosis, un proceso que mata las células dañinas y previene el crecimiento del tumor.

Además, hay evidencia que sugiere que los polisacáridos (tipos de carbohidratos) y las fibras que se encuentran en los brotes de alfalfa pueden tener efectos inmunoprotectores, convirtiendo a los brotes en „potenciales agentes farmacéuticos o alimentos funcionales”.

2.Mejora la digestión: El consumo de brotes de alfalfa puede promover la salud digestiva debido a su alto contenido de fibra, que ayuda a mantener un tránsito intestinal regular y a prevenir el estreñimiento.

3.Apoyo al sistema inmunológico: Gracias a su alto contenido de vitamina C y otros nutrientes esenciales, los brotes de alfalfa pueden apoyar el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades.

4.Propiedades antioxidantes: Los antioxidantes presentes en los brotes de alfalfa pueden ayudar a combatir los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en el cuerpo, contribuyendo a proteger las células y a mantener la salud general. Además, las investigaciones muestran que los niveles de vitamina K de los brotes de alfalfa no solo combaten la deficiencia de vitamina K, sino que también ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento, incluidos el cáncer, la calcificación arterial, la pérdida ósea y otros.

5.Apoyo a la salud del corazón: El consumo regular de brotes de alfalfa puede ayudar a mantener la salud cardiovascular al reducir los niveles de colesterol LDL („malo”) y la presión arterial.

6.Ayuda a minimizar los síntomas de la menopausia y el SPM: Debido a los altos niveles de vitamina K y fitoestrógenos, los brotes de alfalfa también ayudan a las mujeres aliviando los síntomas relacionados con la menopausia y el síndrome premenstrual/menstruación. Además, la vitamina K es una vitamina que coagula la sangre, por lo que puede ayudar con el sangrado excesivo y los calambres.

7.Puede ayudar a prevenir la osteoporosis: La vitamina K forma los huesos, por lo que es esencial en la prevención e incluso en el tratamiento de la osteoporosis. El cuerpo necesita vitamina K para utilizar adecuadamente el calcio, que fortalece los huesos y previene las fracturas. Además, los brotes de alfalfa también contienen manganeso, un nutriente esencial en la prevención de la osteoporosis y la inflamación.

Cómo cultivar brotes de alfalfa en casa:

Cultivar brotes de alfalfa en casa es un proceso simple y accesible. Aquí tienes algunos pasos para empezar:

1.Adquisición de semillas: Encuentra semillas de alfalfa de alta calidad en tiendas de productos naturales o en línea. Asegúrate de que sean semillas no tratadas y aptas para el consumo humano.

2.Remojo de las semillas: Coloca las semillas de alfalfa en un frasco o bandeja y cúbrelas con agua. Déjalas en remojo durante unas 8-12 horas o toda la noche.

3.Enjuaga y escurre las semillas: Después de remojarlas, enjuaga bien las semillas con agua limpia y luego escúrrelas bien.

4.Coloca las semillas en un recipiente: Esparce las semillas en una sola capa en el fondo de un frasco de vidrio, bandeja o cesto especialmente diseñado para germinación.

5.Humedece y airea las semillas: Cubre el recipiente con un paño húmedo o una tapa perforada para mantener la humedad. Esto ayuda a la germinación de las semillas. Asegúrate de airear las semillas dos o tres veces al día, enjuagándolas y escurriéndolas antes de devolverlas al recipiente.

6.Continúa el proceso de riego y germinación: Repite el proceso de enjuagar y escurrir las semillas de alfalfa dos o tres veces al día durante aproximadamente 3-5 días, hasta que comiencen a desarrollar brotes.

7.Cosecha y almacenamiento: Después de que los brotes de alfalfa hayan crecido al tamaño deseado, enjuágalos bien con agua limpia y escúrrelos. Luego, guárdalos en un recipiente cubierto en el refrigerador, donde se pueden consumir durante varios días.

Cultivar brotes de alfalfa en casa es una forma accesible y placentera de beneficiarse de sus nutrientes esenciales y de añadir un toque de frescura y vitalidad a cualquier comida. Siendo fáciles de cultivar y versátiles en su uso, estos pequeños brotes de vida pueden ser una adición valiosa a la dieta de cualquiera.

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