Desde tiempos antiguos, las mujeres han estado preocupadas por su apariencia externa, utilizando cada vez más productos cosméticos bio. Los egipcios, por ejemplo, una de las culturas más educadas e interesadas en el arte de la belleza, tenían la costumbre de aplicar minerales en sus rostros para resaltar sus rasgos. Su deseo de tener una apariencia agradable llevó a la existencia de diversos remedios para el crecimiento del cabello, la reducción de arrugas y la curación de ciertas heridas en esos tiempos.
Hoy en día, ha surgido una verdadera moda en torno al uso de los principios activos presentes en las plantas y evitar las técnicas invasivas o el uso de sustancias químicas extrañas a nuestro cuerpo.
En Rumania, las tiendas de productos bio están en pleno desarrollo, siendo cada vez más buscadas por nosotras, las mujeres, ya que nos hemos vuelto más interesadas y preocupadas por lo que aplicamos en nuestra piel (cremas bio, champús bio, jabones bio, etc.).
¿Qué significa realmente cosméticos bio?
Los productos bio-orgánicos están compuestos estrictamente por plantas e ingredientes orgánicos, que no han sido modificados genéticamente ni les han agregado otros productos químicos. Estos productos representan la última tendencia en vivir de manera saludable.
Los cosméticos bio tienen varias definiciones posibles. Pueden estar hechos solo de plantas vegetales o de sustancias derivadas de las plantas. Los cosméticos ecológicos también incluyen aquellos hechos de compuestos orgánicos o minerales.
Los productos cosméticos derivados de plantas y minerales son muy efectivos. Por ejemplo, el ingrediente principal suele ser el almidón de maíz.
Hay una gran cantidad de extractos de plantas utilizados en diversos productos cosméticos por sus propiedades descongestionantes. Extractos como el de árnica o los que contienen flavonoides tienen este efecto en la piel. Otros extractos, como el de menta, tienen propiedades tonificantes y desinfectantes.
La mejor opción para cicatrizar es el extracto de caléndula.
Cleopatra, por ejemplo, usaba aceites corporales de hibisco, del cual se dice que mantiene la juventud y la vitalidad. Para la piel, se lavaba con vinagre de sidra y agua, untándose con miel, por su efecto antibacteriano. Las máscaras faciales naturales de Cleopatra incluían: leche, miel, pepinos, arcilla y levadura, y para tratar cicatrices usaba una mezcla de incienso y miel. Siempre pintaba sus labios con una mezcla de arcilla roja y grasa animal.
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