joi, decembrie 5, 2024

El ajenjo y su potencial terapéutico en el tratamiento del cáncer – Lo que dicen los estudios

El ajenjo (Artemisia absinthium), una planta conocida desde hace siglos por sus propiedades medicinales, ha captado la atención de los investigadores en las últimas décadas debido a su potencial terapéutico en el tratamiento del cáncer. Aunque los usos tradicionales del ajenjo han estado relacionados con el tratamiento de afecciones digestivas e infecciones parasitarias, estudios recientes sugieren que el ajenjo podría tener efectos prometedores contra algunas formas de cáncer. Este artículo explora lo que dicen los estudios científicos sobre el potencial del ajenjo en oncología.

Con fines terapéuticos, el ajenjo se puede usar fresco o seco. Todas sus partes aéreas (tallo, hojas y flores) tienen usos medicinales, y el té se consume comúnmente para una serie de afecciones.

El aceite esencial se extrae de las hojas y las puntas floridas mediante destilación al vapor.

Un estudio sobre el aceite esencial de Artemisia absinthium encontró que contiene al menos 28 componentes que representan el 93,3% del aceite. Los componentes principales son β-pineno (23,8%) y β-tujona (18,6%).

  • La tujona es una sustancia química potencialmente tóxica que se encuentra en el ajenjo. La destilación de la planta en alcohol aumenta la concentración de tujona, lo que hace que el absenta sea un licor de elección tan discutible.
  • Es mejor usar el ajenjo en su forma seca, ya que contiene poco o incluso nada de tujona. Receta de té de ajenjo: En una taza con agua hirviendo se añade media cucharadita a una cucharadita de ajenjo seco o fresco y se deja infusionar de cinco a 15 minutos. El té de ajenjo debe tomarse sin endulzar para tener el mejor efecto, pero puedes contrarrestar el amargor añadiendo menta seca o anís.

Los compuestos biológicamente activos del ajenjo incluyen:

  • acetileno (éster trans-dehidromatricaria, éteres trans-spiroketalenol C13 y C14 y otros)
  • ácido ascórbico (vitamina C)
  • azulenos (chamazuleno, dihidrochamazuleno, bisaboleno, camfeno, cadineno, sabineno, trans-sabinilacetato, phelantreno, pineno y otros)
  • carotenoides
  • flavonoides (quercetina 3-glucósido, quercetina 3-rhamnoglucósido, spinacetina 3-glucósido, spinacetina 3-rhamnoglucósido y otros)
  • ligninas (diayangambin y epiyangambin)
  • ácidos fenólicos (p-hidroxifenilacético, p-cumárico, clorogénico, protocatecuico, vainílico, siringico y otros)
  • taninos
  • tujona e izotujona
  • lactonas sesquiterpénicas (absintina, artabsina, anabsintina, artemetina, artemisinina, arabsin, artabin, artabsinóides, artemolín, matricina, isoabsint y otros)

Lo que dicen los estudios sobre el ajenjo y su potencial terapéutico en el tratamiento del cáncer:

Ajenjo y artemisinina: componente activo

Las investigaciones sobre el ajenjo se han centrado principalmente en la artemisinina, un compuesto bioactivo extraído de Artemisia annua, una especie relacionada con el ajenjo (Artemisia absinthium). La artemisinina es conocida principalmente por su eficacia en el tratamiento de la malaria, pero estudios recientes han demostrado que también podría tener efectos anticancerígenos.

La artemisinina y sus derivados, como la dihidroartemisinina, tienen la capacidad de inducir la muerte celular programada (apoptosis) en células cancerosas. Un estudio publicado en Cancer Letters mostró que la artemisinina puede reducir significativamente la proliferación de células cancerosas e inducir apoptosis en varios tipos de cáncer, incluyendo cáncer de mama, colon y leucemia.

Mecanismos de acción contra el cáncer

Los estudios sugieren que la artemisinina y sus derivados afectan las células cancerosas a través de varios mecanismos. Uno de los mecanismos más notables es la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS), que provocan estrés oxidativo y daño celular en las células cancerosas. Dado que las células cancerosas tienen un alto contenido de hierro, son más susceptibles a los efectos oxidativos de la artemisinina. La artemisinina interactúa con el hierro y genera ROS, lo que lleva a la destrucción de las células cancerosas.

Por ejemplo, investigadores de un estudio de 2012 probaron muestras de células cancerosas de mama y células sanas que fueron tratadas para maximizar su contenido de hierro. Las células fueron luego tratadas con una forma soluble en agua de artemisinina, un extracto de ajenjo.

Los resultados fueron bastante impresionantes. Más específicamente, las células normales mostraron pocos cambios, pero en un plazo de 16 horas, casi todas las células cancerosas murieron, con solo unas pocas células normales muertas.

El bioingeniero Henry Lai cree que, dado que una célula de cáncer de mama contiene de cinco a 15 receptores más que lo normal, absorbe hierro más fácilmente y, por lo tanto, es más susceptible al ataque de la artemisinina.

Esto hace del ajenjo una terapia potencial contra el cáncer y una planta prometedora para el tratamiento del cáncer, según los investigadores. De hecho, se ha descubierto que los medicamentos a base de artemisinina inducen la muerte de células tumorales y han demostrado tener actividad antiproliferativa sobre líneas celulares cancerosas.

Estudios preclínicos y clínicos

Varios estudios preclínicos, realizados en cultivos celulares y modelos animales, han demostrado la eficacia de la artemisinina en la reducción del crecimiento de tumores y la destrucción de células cancerosas. Por ejemplo, un estudio realizado en ratones con cáncer de mama mostró que la artemisinina redujo el tamaño de los tumores y prolongó la supervivencia de los animales tratados.

En cuanto a los estudios clínicos, aún son limitados, pero hay algunos resultados prometedores. Un estudio piloto realizado en Vietnam en pacientes con cáncer colorrectal informó que la artemisinina administrada por vía oral tuvo efectos beneficiosos en la reducción del tamaño de los tumores y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, se necesitan más investigaciones clínicas amplias para confirmar la eficacia y seguridad de la artemisinina y otros derivados del ajenjo en el tratamiento del cáncer.

Ajenjo y combinaciones terapéuticas

Una dirección interesante de investigación es el uso de la artemisinina en combinación con otros tratamientos anticancerígenos, como la quimioterapia y la radioterapia. Estudios preclínicos han mostrado que la artemisinina puede potenciar los efectos de la quimioterapia y reducir la resistencia al tratamiento de las células cancerosas.

Por ejemplo, un estudio publicado en Journal of Cancer Research and Clinical Oncology demostró que la combinación de artemisinina y doxorubicina, un medicamento de quimioterapia común, tuvo un efecto sinérgico en la destrucción de células cancerosas de mama.

Consideraciones y perspectivas futuras

Aunque los resultados de los estudios son prometedores, es importante mencionar que el uso de ajenjo o artemisinina en el tratamiento del cáncer no debe hacerse sin la supervisión de un especialista. La mayoría de los estudios se han realizado en condiciones controladas, y las dosis y formulaciones óptimas para el tratamiento del cáncer aún no están establecidas para el uso clínico general.

Además, se requiere más investigación para comprender mejor las interacciones de la artemisinina con otros medicamentos y los posibles efectos secundarios a largo plazo. Asimismo, la artemisinina y sus derivados podrían tener efectos diferentes sobre diversos tipos de cáncer, lo que subraya la importancia de estudios personalizados y dirigidos.

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