El té de jazmín, un néctar perfumado y reconfortante, es mucho más que una simple bebida aromática. Con propiedades antioxidantes y compuestos beneficiosos, este té aporta numerosos beneficios para la salud, teniendo un impacto significativo en la piel, el cerebro y el corazón. En este artículo, exploraremos en profundidad los efectos mágicos del té de jazmín y cómo puede contribuir a una vida más saludable.
Las investigaciones muestran que, a partir del final del siglo XIV, durante la dinastía Ming en China, el té de jazmín se convirtió en uno de los tés más populares de Asia.
Las flores utilizadas para preparar este tipo de té suelen derivarse de dos especies de plantas relacionadas: el „Jazmín común” (Jasminum officinale) o el „Sampaguita” (Jasminum sambac).
El té de jazmín, que tiene un sabor floral y ligeramente perfumado, tiene propiedades antiinflamatorias que promueven la salud, ya que contiene antioxidantes, incluyendo polifenoles. Por ejemplo, se ha demostrado que los polifenoles como el EGCG tienen habilidades para eliminar los radicales libres y otros efectos beneficiosos que ayudan a proteger las células y los tejidos de todo el cuerpo.
Debe saber que el tipo de té de jazmín más comúnmente producido es el elaborado con té verde. En algunos casos, también puede prepararse remojando las flores de jazmín en té blanco, oolong o té negro.
Dependiendo del tipo específico de té, puede mezclarse con otros aromas o ingredientes perfumados, como lavanda o manzanilla, frutas, especias, aceites o extractos.
Los efectos mágicos del té de jazmín
-Beneficios para la piel:
El té de jazmín es rico en antioxidantes, como polifenoles y flavonoides, que desempeñan un papel crucial en la protección de la piel contra el estrés oxidativo. Estos antioxidantes contribuyen a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, reduciendo la formación de arrugas y fortaleciendo la elasticidad. Con sus propiedades antiinflamatorias, el té de jazmín también puede ayudar a aliviar algunas afecciones de la piel, como el acné o las irritaciones.
-Beneficios para el cerebro:
Los delicados aromas del té de jazmín no solo son placenteros para los sentidos, sino que también pueden tener beneficios para la salud del cerebro. El consumo regular de este té se ha asociado con la mejora de la concentración y la memoria. El compuesto llamado luteolina, presente en el jazmín, tiene potencial antiinflamatorio y neuroprotector, apoyando la salud del sistema nervioso, según estudios.
-Beneficios para el corazón:
El té de jazmín puede brindar beneficios significativos para el sistema cardiovascular. Los antioxidantes y los compuestos antiinflamatorios pueden contribuir a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y prevenir la formación de placas arteriales. El consumo regular también puede apoyar el mantenimiento de la presión arterial dentro de los límites normales, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardíacas.
Investigaciones publicadas en Advances in Nutrition muestran que el consumo diario de té, como parte de un patrón alimentario saludable habitual, puede asociarse con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad por todas las causas entre adultos. Por ejemplo, el consumo de té verde con jazmín se ha asociado con „resultados favorables en términos de riesgo de enfermedades cardiovasculares e isquémicas”, según los estudios.
-Cómo integrar el té de jazmín en la rutina diaria:
- Té caliente por la noche: Disfruta de una taza de té de jazmín antes de acostarte para relajarte y preparar el cuerpo para el descanso.
- Té frío con limón: Prepara una bebida refrescante mezclando el té de jazmín enfriado con rodajas de limón y unos cubitos de hielo.
- Agregado a batidos: Usa té de jazmín previamente preparado para agregar un sutil sabor y beneficios saludables a tus batidos.
Cómo preparar té de jazmín:
Cuando llegue el momento de remojar las flores para hacer este té, se utilizan principalmente dos métodos diferentes: el método de capas y el método de mezcla. El método tradicional de capas implica el uso de flores frescas de jazmín que se secan lentamente sobre las hojas de té verde para mejorar el aroma y el sabor al infusionar el té verde antes de que se seque y se empaque. El otro método utiliza flores marchitas mezcladas con hojas de té verde.
Además, algunos productores no utilizan flores de jazmín, sino que en su lugar emplean aceite esencial de jazmín, que se obtiene extrayendo los aceites de las plantas de jazmín. Este aceite esencial es extremadamente caro y rico en fitonutrientes.
Por lo tanto, para preservar los antioxidantes delicados del té verde y los pétalos de jazmín, use agua caliente pero no hirviendo. Puede lograr la temperatura adecuada dejando reposar el agua hirviendo durante 1 minuto antes de verterla sobre las hojas de té.
Luego, agregue aproximadamente una cucharadita de té de jazmín a granel por cada taza de agua.
El té verde de jazmín se infunde por un máximo de 3 minutos, y el producto terminado debe tener un color dorado pálido, con notas florales y un acabado fresco.
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