La microbioma humana es una comunidad compleja de bacterias, virus, hongos y otros organismos microscópicos que viven en nuestro cuerpo, con una concentración significativa en el tracto digestivo. Estos microbios son esenciales para nuestra salud general, influyendo en la digestión, el metabolismo, el sistema inmunitario e incluso en nuestro estado mental.
Sí, la mayoría de las personas cree que las bacterias en el organismo son una causa de enfermedad, pero en realidad, las bacterias constituyen el microbioma, un ecosistema interno integral que aporta beneficios a la salud intestinal y al sistema inmunitario.
Por ejemplo, los investigadores han llegado a aceptar realmente el importante papel que tienen las bacterias en la estimulación de un sistema inmunitario fuerte y en mantenernos saludables. No solo no todas las bacterias son dañinas para nuestra salud, sino que algunas son de hecho esenciales para aumentar la inmunidad, mantener el sistema digestivo, el equilibrio hormonal y el cerebro.
¿Cómo funciona la microbioma humana?
El microbioma intestinal es el más estudiado y comprendido. Contiene billones de microbios que contribuyen a descomponer los alimentos, sintetizar vitaminas esenciales (como la vitamina K y algunas del complejo B) y proteger contra la invasión de bacterias patógenas. Los microbios en el intestino también ayudan a regular la inflamación y mantener la integridad de la barrera intestinal.
Además, nuestros microbiomas individuales a veces se denominan „huellas genéticas” porque ayudan a determinar nuestro ADN único, los factores hereditarios, la predisposición a enfermedades, el tipo de cuerpo o el „peso de referencia” del cuerpo y mucho más. Las bacterias que componen nuestro microbioma pueden encontrarse en todas partes, incluso fuera de nuestro propio cuerpo, en casi todas las superficies que tocamos y en cada parte del entorno con el que entramos en contacto.
Algunos investigadores han dicho que hasta el 90 % de todas las enfermedades pueden rastrearse de alguna manera al intestino y a la salud del microbioma. Como hemos mencionado, nuestro microbioma alberga billones de microbios, diversos organismos que ayudan a gobernar casi cada función del cuerpo humano de alguna manera.
La importancia del microbioma intestinal no puede exagerarse: una mala salud intestinal puede contribuir al síndrome del intestino permeable y a enfermedades autoinmunes, junto con trastornos como artritis, demencia, enfermedades cardíacas y cáncer. La salud, la fertilidad y la longevidad también dependen en gran medida del equilibrio de las criaturas que viven en nuestros intestinos.
A lo largo de la vida, ayudamos a moldear nuestros propios microbiomas; además, estos se adaptan a los cambios en nuestro entorno. Por ejemplo, los alimentos que consumes, la forma en que duermes, la cantidad de bacterias a las que estás expuesto diariamente y el nivel de estrés con el que vives, todos contribuyen a establecer el estado de tu microbiota.
El papel de la dieta en la salud intestinal
La dieta juega un papel crucial en el mantenimiento de un microbioma saludable y equilibrado. Las elecciones alimentarias influyen en la composición y actividad del microbioma. Aquí algunos principios básicos:
- Fibra dietética: Los microbios intestinales se alimentan de fibras prebióticas, que se encuentran en verduras, frutas, nueces y semillas. Estas fibras estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas y contribuyen a la producción de ácidos grasos de cadena corta, que apoyan la salud intestinal.
- Probióticos: Los alimentos ricos en probióticos, como el yogurt, el kéfir, el chucrut o los encurtidos, contienen bacterias beneficiosas que pueden colonizar temporalmente el intestino y apoyar el equilibrio del microbioma.
- Evitación de alimentos procesados y azúcares añadidos: Las dietas altas en azúcares y alimentos procesados pueden favorecer el crecimiento de microorganismos nocivos en detrimento de los beneficiosos.
- Diversidad alimentaria: Consumir una variedad de alimentos asegura una diversidad adecuada en el microbioma. Esta diversidad se asocia con una mejor salud intestinal y una función inmunitaria mejorada.
- Moderación en el consumo de antibióticos: Los antibióticos pueden afectar negativamente al microbioma intestinal, por lo que es importante usarlos solo cuando sea absolutamente necesario y bajo la supervisión de un médico.
Beneficios de un microbioma saludable
Un microbioma equilibrado está asociado con múltiples beneficios para la salud, incluyendo:
- Digestión eficiente y absorción de nutrientes: Los microbios ayudan a descomponer los alimentos y a absorber los nutrientes.
- Regulación de la inmunidad: El microbioma juega un papel crucial en la regulación de la respuesta inmunitaria del organismo, protegiendo contra infecciones e inflamaciones excesivas.
- Impacto en el estado de ánimo: Existen vínculos entre el microbioma y la salud mental, influyendo en los niveles de neurotransmisores que afectan el estado de ánimo y el comportamiento.
- Prevención de enfermedades crónicas: El desequilibrio del microbioma puede estar asociado con enfermedades crónicas como la enfermedad inflamatoria intestinal, la diabetes tipo 2 y la obesidad.
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