Los nabos, también conocidos como „nabos de invierno”, son verduras de raíz que aportan múltiples beneficios para la salud. Pertenecen a la familia Brassicaceae, las mismas plantas que incluyen col, brócoli y coliflor. Con un perfil nutricional rico y propiedades terapéuticas, los nabos son una excelente opción para mejorar el estado general de salud.
El nabo también se considera una alternativa saludable a las patatas, ya que no contiene tantos carbohidratos y ofrece una amplia gama de minerales, vitaminas y compuestos orgánicos que son beneficiosos para la salud.
Por ejemplo, según el USDA, una taza (aproximadamente 170 gramos) de nabos en cubos (cocidos) contiene aproximadamente:
- Calorías: 51
- Carbohidratos totales: 11,6 g
- Fibra: 3,1 g
- Azúcar: 6,7 g
- Grasas totales: 0,3 g
- Grasas saturadas: 0,05 g
- Grasas poliinsaturadas: 0,16 g
- Grasas monoinsaturadas: 0,05 g
- Proteínas: 1,6 g
- Sodio: 8,5 mg (0,4% *Valor Diario Recomandado)
- Vitamina C: 32 mg (36%–43%)
- Potasio: 367 mg (11%–14%)
- Fósforo: 69,7 mg (10%)
- Manganeso: 0,2 mg (9%–11%)
Además, los nabos contienen en cantidades pequeñas calcio, magnesio, hierro, cobre, selenio, vitaminas B, vitamina E, vitamina K y muchos otros. Además, estas raíces contienen dos compuestos orgánicos con beneficios asombrosos para la salud: glucosinolatos y carotenoides, conocidos por su capacidad para reducir la inflamación e inhibir el cáncer mediante la modificación de enzimas y bloqueo del ciclo celular.
Nabos y sus beneficios para la salud:
- Prevención del cáncer
Los nabos son ricos en compuestos bioactivos que pueden ayudar a prevenir el cáncer. Contienen glucosinolatos, compuestos que han demostrado tener propiedades anticancerígenas. Los glucosinolatos se descomponen en sustancias que ayudan a desintoxicar el cuerpo y neutralizar los radicales libres, reduciendo así el riesgo de desarrollar cáncer.
Además, estudios han demostrado que una dieta rica en verduras crucíferas, incluidos los nabos, puede contribuir a reducir el riesgo de cáncer de colon y otros tipos de cáncer.
- Mejora de la digestión
Los nabos son una excelente fuente de fibra dietética, que es esencial para una digestión saludable. La fibra ayuda a mantener un tránsito intestinal regular, previniendo el estreñimiento y promoviendo una digestión eficiente, según un estudio de 2012 en el World Journal of Gastroenterology. Además, la fibra contribuye a mantener la salud de la flora intestinal, apoyando así una función digestiva óptima.
- Rico en potasio
Los nabos son una buena fuente de potasio, un mineral esencial para el correcto funcionamiento del organismo. El potasio ayuda a mantener el equilibrio electrolítico y a regular la presión arterial. Un consumo adecuado de potasio puede contribuir a prevenir la hipertensión y a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares, según un estudio publicado en BMJ.
Además, un nivel bajo de potasio sérico está estrechamente relacionado con la intolerancia a la glucosa, y aumentar la ingesta de potasio puede prevenir el desarrollo de diabetes mellitus que ocurre con el tratamiento prolongado con diuréticos tiazídicos.
- Rico en antioxidantes potentes
Los nabos están cargados de antioxidantes potentes, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Entre estos antioxidantes se encuentran la vitamina C, el beta-caroteno y los polifenoles, que contribuyen a mantener la salud general y a prevenir enfermedades crónicas.
- Fortalecimiento del sistema inmunitario
El consumo de nabos puede apoyar el sistema inmunitario gracias a su contenido de vitamina C y otros nutrientes esenciales. La vitamina C es conocida por su papel en la estimulación de la producción de glóbulos blancos, que ayudan a combatir infecciones. Además, los nutrientes de los nabos contribuyen a mantener un sistema inmunitario fuerte y a proteger el cuerpo contra enfermedades.
- Reducción de la presión arterial y mejora de la salud del corazón
Debido a su contenido de potasio y fibra, los nabos pueden ayudar a reducir la presión arterial. Como se mencionó anteriormente, el potasio ayuda a relajar los vasos sanguíneos, lo que contribuye a reducir la presión arterial. Por otro lado, la fibra ayuda a mantener una presión arterial saludable al reducir el colesterol y otros factores de riesgo cardiovascular.
Por lo tanto, según los estudios, los nabos contribuyen a la salud del corazón. Su contenido de potasio y fibra ayuda a mantener un sistema cardiovascular sano, reduciendo el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Además, los antioxidantes en los nabos ayudan a prevenir la inflamación y el daño oxidativo que pueden afectar la salud del corazón.
Cómo incluir los nabos en tu dieta
Los nabos son versátiles y se pueden integrar en muchos platos. Aquí hay algunas sugerencias para incluirlos en tu dieta:
- Sopa de verduras: Agrega nabos en sopas y caldos para un extra de sabor y nutrientes.
- Purés de verduras: Prepara un puré de nabos como una alternativa saludable al puré de patatas.
- Ensaladas: Corta los nabos en cubos y añádelos a ensaladas para una textura crujiente y beneficios nutricionales.
- Cocción al vapor: Asa o cocina al vapor los nabos para conservar la mayor cantidad de sus propiedades nutritivas.
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