Principales métodos de endurecimiento del niño

El endurecimiento del niño es otro tema controvertido entre las madres. A menudo, vemos niños vestidos de manera muy diferente en la calle o en un parque. Uno casi desnudo y otro con pantalones gruesos, una sudadera y un gorrito cuando el clima es bastante cálido. Pero, ¿cuáles son los mejores métodos para endurecer a tu hijo? En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber al respecto.

Hemos abierto este tema para futuras mamás, así como para aquellas que tienen bebés muy pequeños. Deben saber que para tener un niño sano, es necesario „endurecerlo” desde una edad temprana. Cualquier niño debe ser criado de manera que sea resistente a posibles enfermedades.

Seguramente has notado que con los cambios más pequeños de temperatura, con la brisa más suave, los que se enferman más rápidamente son precisamente los niños que están demasiado abrigados. Para aumentar su resistencia y garantizar una mejor salud, deben ser endurecidos.

Hemos mencionado el término „endurecer”, pero ¿qué significa exactamente? Por endurecimiento, nos referimos a todas las medidas tomadas para aumentar la resistencia del organismo y su capacidad para resistir las influencias perjudiciales del entorno. En resumen, el niño adquiere la capacidad de acostumbrarse rápidamente al frío, al calor, a la humedad, sin poner en peligro su salud.

Debe saberse que los principales métodos de endurecimiento del niño son el aire fresco, el sol y el agua

-Métodos de endurecimiento del niño a través del aire

Cualquiera debe entender que el aire constituye el factor más importante para fortalecer todo el organismo y el sistema nervioso.
Hay muchos padres o incluso abuelos que creen que si mantienen a sus hijos/nietos en casa y rara vez los sacan afuera, pueden protegerlos del resfriado. Pero se ha demostrado que precisamente estos son los más débiles, más propensos a enfermedades y no pueden desarrollarse normalmente.

El aire comienza a actuar sobre el cuerpo del niño inmediatamente después de su nacimiento. El primer elemento con el que se encuentra el bebé tan pronto como nace es el aire.
De las propiedades del aire, las que nos interesan más para el endurecimiento del niño son la temperatura, la humedad y el movimiento del aire.

El endurecimiento a través del aire debe comenzar desde las primeras semanas de vida del niño, independientemente de la estación del año. En los primeros días después del nacimiento, el niño debe acostumbrarse a quedarse en casa vestido ligero y con la ventana abierta, sin importar la estación del año, con una exposición de 10 minutos, y cada día se aumenta la duración de la exposición en otros 10 minutos. Después de unos días de estar en casa con la ventana abierta, el niño puede salir al aire libre. En invierno, se debe elegir un día con buen clima, sin viento, niebla o nieve, y la temperatura no debe ser inferior a 5 grados. La duración del primer paseo no debe superar media hora en verano y 15-20 minutos en invierno. Para sacar al niño al aire libre, se prefieren, en verano, las horas de 9 a 11, y en invierno, de 11 a 14. El tiempo de paseo debe aumentar cada día en unos minutos, de modo que a los 4-6 meses el niño sea paseado diariamente durante aproximadamente 3-4 horas.

Sueño al aire libre: constituye una forma especialmente activa de endurecimiento a través del aire. Se practica después de que el niño se haya acostumbrado a pasear al aire libre. Este procedimiento debe realizarse diariamente a la misma hora, en todas las estaciones. Se debe prestar especial atención a la ropa. En verano, el niño debe dormir al aire libre con ropa muy ligera; en primavera y otoño, debe vestirse con pijama y calcetines, y envolverse con una mantita, y en invierno, debe llevar calcetines gruesos, pijama y ser colocado en una bolsa de dormir o un traje forrado.

Cuando hace calor afuera, los niños de cualquier edad pueden tener todo su sueño diurno al aire libre.

Baños de aire: también son un medio muy bueno para el endurecimiento de los niños. Estos deben practicarse solo en días cálidos y pueden realizarse en cualquier lugar: en el patio, en el balcón, con la ventana abierta. A partir de los 2-3 meses de edad, los niños pueden ser sometidos a este método de templado, pero por un corto período de tiempo (máximo 10 minutos).

Durante el baño de aire, es importante observar cuidadosamente las reacciones del bebé. Si está de buen humor y sus movimientos son activos, significa que se siente bien, pero si está malhumorado, irritado, llorón, la duración del baño debe acortarse e incluso interrumpirse en ocasiones.

-Métodos de endurecimiento del niño mediante el sol

Se sabe que el sol, además de proporcionarnos luz y calor, también emite rayos ultravioleta. Estos afectan positivamente el funcionamiento del organismo y ayudan en el crecimiento y prevención del raquitismo. La mayoría de los niños pueden tomar baños de sol, pero hay niños a los que no se les permite, y en esta categoría se incluyen los bebés menores de 3-6 meses, los niños muy nerviosos y aquellos con tuberculosis pulmonar.

Baños de sol: Como forma principal de aplicación del endurecimiento mediante el sol, se utilizan los baños generales de sol. Esto debe hacerse en posición horizontal. Las horas más adecuadas para exponer al bebé al sol son entre las 8-9 a. m. hasta las 11-12 p. m. Para los bebés, se debe comenzar con una exposición de 1 minuto en la espalda y 1 minuto en el frente; luego, se aumentará la duración de la exposición diariamente o cada 2 días en 1 minuto hasta alcanzar una exposición de 10 minutos en la espalda y 10 minutos en el frente.

Debemos asegurarnos de que los rayos solares toquen el cuerpo de manera uniforme y, sobre todo, no descuidar las axilas y las ingles, ricas en ganglios linfáticos. Los niños deben tener la cabeza cubierta con un gorrito en todo momento. Durante el baño de sol, los niños pierden mucha agua por la transpiración, por lo que es recomendable darles agua o té ligeramente endulzado.

Al final del baño de sol, los bebés deben tomar un descanso de 10-15 minutos y luego secarse con una toalla humedecida en agua a 18-20 grados o rociarse con agua cuya temperatura disminuya gradualmente de 30 a 25 grados.

A medida que crecen, la duración de estar al aire libre al sol puede aumentar, pero debemos tener cuidado con la insolación y aplicar protector solar con SPF 50.

-Métodos de endurecimiento del niño mediante el agua

El agua tiene una influencia muy poderosa en el organismo humano como factor de endurecimiento. La acción del agua sobre el organismo es muy beneficiosa, especialmente para la piel, el corazón, el sistema nervioso y la respiración.
El endurecimiento mediante el agua tiene la ventaja de que se puede lograr fácilmente pasar de un efecto más débil a uno más fuerte, disminuyendo gradualmente la temperatura del agua o aumentando el tiempo que el niño pasa en ella.
El baño se utiliza como medio de endurecimiento durante las primeras 6 semanas de vida, en forma de baños diarios de limpieza, que se realizan a una temperatura del agua de 37 grados, y a medida que el bebé crece, esta temperatura debe llegar a 33 grados cuando hace calor afuera.

El agua no solo se utiliza para el endurecimiento, sino también para el tratamiento de algunas enfermedades, como se explica a continuación:

Baño caliente: (36-37 grados) con añadido de aceite esencial de abeto o sal marina, en casos de raquitismo, distrofia y anemia, en forma de series de 15-20 baños de 10-15 minutos cada uno.
Baño caliente: (38-40 grados), con o sin añadido de harina de mostaza, se utiliza en enfermedades del sistema respiratorio (bronquitis, asma bronquial). Se realizan de 1 a 5 baños con un intervalo de un día o dos. La duración de los baños es de 2 a 7 minutos y se siguen de rociados con agua a 37-38 grados.
Baño con almidón: se practica en diversas enfermedades infecciosas de la piel (piodermatitis).
Compresas calientes: se usan a menudo como medio para aliviar los dolores abdominales.
Compresas calientes con mostaza: se utilizan en el tratamiento de enfermedades respiratorias agudas en bebés.