La lucha contra el cáncer no se limita solo a los tratamientos médicos convencionales. Algunos estudios muestran que ciertos alimentos pueden desempeñar un papel crucial en la destrucción de las células madre cancerosas, esas células resistentes que contribuyen a la recaída y progresión del cáncer.
Aquí tienes una lista de seis alimentos que, según investigaciones, pueden ayudar en esta lucha.
- Té verde y Té matcha El té verde es rico en antioxidantes, especialmente en epigalocatequina galato (EGCG), un compuesto que ha demostrado tener efectos anticancerígenos. Los estudios sugieren que el EGCG puede inhibir el crecimiento de las células madre cancerosas e inducir la apoptosis (muerte programada de las células cancerosas).
Además, el té matcha, un tipo de té verde en forma de polvo, contiene concentraciones aún mayores de EGCG debido a su método de preparación. El consumo regular de té verde o matcha puede contribuir a reducir el riesgo de cáncer y a prevenir la recaída, según los estudios.
- Patatas moradas Las patatas moradas están llenas de antocianinas, pigmentos naturales con potentes propiedades antioxidantes. Las investigaciones muestran que las antocianinas pueden inhibir la proliferación de las células cancerosas e inducir la apoptosis de las células madre cancerosas. Además, pueden reducir la inflamación, un factor conocido que contribuye al desarrollo del cáncer.
- Nueces Las nueces son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, polifenoles y otros fitoquímicos con propiedades anticancerígenas. Los estudios han demostrado que el consumo regular de nueces puede reducir el riesgo de cáncer de mama, próstata y colorrectal. Los compuestos en las nueces pueden inhibir el crecimiento de las células cancerosas y promover la apoptosis.
- Aceite de oliva virgen extra El aceite de oliva virgen extra es rico en compuestos fenólicos, como el oleocantal, que ha demostrado la capacidad de destruir las células cancerosas sin afectar a las células sanas. El oleocantal puede provocar la muerte de las células cancerosas al romper los lisosomas, componentes celulares que contienen enzimas digestivas.
Además, este tipo de aceite contiene secoiridoides, que representan hasta el 46% del total de los polifenoles presentes en el aceite de oliva. Estas sustancias químicas naturales son absorbidas en el intestino delgado y pueden ser detectadas en el plasma sanguíneo y en la orina, demostrando su presencia y disponibilidad en el organismo.
Científicos en España han demostrado en laboratorio que los secoiridoides en el aceite de oliva podrían reducir drásticamente el crecimiento de las células madre en el cáncer de mama.
- Cúrcuma La cúrcuma es una especia conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, gracias a la curcumina, su principal compuesto activo. La curcumina ha sido intensamente estudiada por sus efectos anticancerígenos, mostrando la capacidad de inhibir el crecimiento de las células cancerosas y reducir su capacidad para extenderse.
- Frutos rojos Los frutos rojos, como los arándanos, las frambuesas y las fresas, son ricos en antioxidantes y fitoquímicos que pueden inhibir el crecimiento de las células cancerosas. Estos compuestos pueden reducir la inflamación y promover la apoptosis de las células madre cancerosas, contribuyendo así a la prevención del cáncer y a la inhibición de su progresión.
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